Tengo 3 años de pertenecer a la Comunidad del Camino y me siento bendecida de pertenecer a esta gran familia. Encontré a un grupo de personas que compartimos un mismo objetivo: seguir a Cristo, conocerlo, meditar Su Palabra, somos un grupo fraterno donde compartimos alegrías, dudas, inquietudes, tristezas, con personas con un mismo sentir. He aprendido diferentes métodos de oración que me permiten enriquecer mi relación con Jesús y mejorar mi relación con mi familia, amigos y mi comunidad. En esta época complicada que estamos viviendo con la pandemia, me he sentido acompañada por esta gran comunidad, a través de la intercesión de mis hermanos y de la fraternidad que a pesar de la distancia hemos mantenido con reuniones virtuales semanales, liderados por el padre Cesar Corres y nuestros hermanos mayores, quienes nos acompañan con amor, paciencia y total entrega.